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Bono

A continuación os mostramos un extracto de la entrevista realizada por Jann S. Wenner para la revista Rolling Stone el pasado 2 de Enero de 2018.

En 1985, poco después de que U2 irrumpiera en EE.UU., ROLLING STONE la llamó “la banda de los 80”. Durante 30 años y luego de 16 portadas, la revista ha forjado una estrecha relación con el cuarteto irlandés. Su nuevo álbum, Songs of Experience, llegó al tope de los listados a comienzos de diciembre, lo que significa que han tenido un álbum en el Número Uno en todas las décadas desde los 80. Entrevisté a Bono por primera vez en 2005 en Cancún, y comenzó así un diálogo íntimo sobre rock & roll, la justicia social, la fe y el propósito del arte. Esta entrevista retoma lo que dejamos en el tintero, aunque esta vez hay mucho más en juego. La elección de Trump y una creciente ola de fascismo en Europa han estremecido a Bono, al igual que una experiencia cercana a la muerte (la llama una extinción masiva) mientras hacía Songs of Experience. Aunque le cuesta hablar del tema, el vocalista cuenta el profundo efecto que tuvo en su vida y en el nuevo álbum. Hicimos la entrevista en dos sesiones en la cocina de mi apartamento en Nueva York, a la vuelta de la esquina de su casa. En persona, Bono es un hombre cálido, cautivador y reflexivo, incluso cuando se discuten temas complicados. Su ambición permanece intacta. U2 sigue con hambre de nuevos métodos de composición, de encontrar su lugar en la era del streaming, de una nueva gira planeada para la primavera. El cantante continúa involucrándose en causas globales, ser reúne con líderes mundiales y trabaja en nombre de su ONE Campaing para luchar contra la pobreza extrema. Es la estrella de rock más rara de todas —artista, activista y optimista en la misma medida— y un gran conversador gracias a su agudeza, franqueza y poesía.

Acabas de terminar la gira de Joshua Tree. U2 ha querido evitar la nostalgia. ¿Cómo fue tocar un álbum viejo todas las noches?

Asumimos la actitud de hacer como si hubiéramos lanzado The Joshua Tree una semana antes. Así que no había nada que diera la sensación de estar en esa época. Sentimos que su fuerza estaba en que tenía quizá más sentido que antes. Esa fue la idea, y se volvió cada vez mejor. Terminamos con cuatro noches en San Pablo, ante casi 300 mil personas y fue un gran crescendo.

Pero si soy honesto —y debería serlo en esta entrevista—, no me he recuperado. Me entregué al canto de nuevas formas, pero no salimos mucho ni descubrimos los sitios en donde estábamos tocando, algo que me encanta hacer. Adentrarnos en las canciones fue más difícil de lo que pensaba. Son muy exigentes en términos de su sinceridad emocional. Y también nos estábamos preparando para Songs of Experience. Toda la promoción requiere más de lo que recordaba, pero si uno cree en las canciones debe defenderlas y presentarlas.

Songs of Experience debutó en el Número Uno de las listas de álbumes, lo que significa que han tenido un álbum en lo más alto en cada década desde los 80. ¿Por qué se esmeran tanto todavía en tener éxitos?

No es para todos y no puede ser para nosotros todo el tiempo. Pero estuvo bien. Los dos últimos álbumes mezclan lo personal con lo político para que no sepas a cuál de los dos le estás hablando. Es una especie de truco, y darse cuenta de que todos los problemas que encontramos en el mundo exterior son solo manifestaciones de lo que tenemos en nuestro interior. Uno va a ver en el espejo a todos estos personajes: al más jodido, al más imbécil, al más sexista, al más egoísta. Y es allí donde tiene que comenzar el trabajo de transformación. ¿No es eso lo que nos dice la experiencia?

¿Cómo te imaginaste Songs of Experience en relación con Songs of Innocence? ¿Es un complemento del álbum de 2014?

Tenía la idea de un yo joven hablándole a un yo viejo durante un buen rato. Es un recurso dramático interesante. Hace varios años estaba en una exhibición de fotos de Anton Corbijn en Ámsterdam, y alguien, viendo una foto mía a los 22 años, me preguntó qué le preguntaría a ese Bono. Pensé por un momento y respondí: “¡Deja de dudar, tienes la razón!”. Y luego esa misma persona me preguntó qué le diría ese yo joven al yo viejo. Me puse un poco nervioso. No estaba seguro. Tomé esa duda como una pista de que quizá no estaba cómodo en donde estoy ahora. Me estaba empezando a dar cuenta de que había perdido algo de esa fiereza, de esa claridad, de ese punto de vista en blanco y negro.

Pero ahora parece que estás en otro lugar. Parece que tienes más claridad, que has aprendido más.

Me siento más seguro de asumir riesgos políticos o sociales. La gente se sorprendió cuando me volví activista. Pero luego lo aceptaron. Comencé a interesarme en el comercio y la maquinaria de lo que sacaba a la gente de la pobreza y la llevaba a la prosperidad. Y alguna gente decía: “No puedes ir allí, ¿cierto?”.

Yo decía: “Pero si eres un artista debes ir”. Tú y yo conversamos acerca de eso: ¿Qué puede hacer el artista? ¿Qué no se le permite hacer al artista y qué barreras hay? Ahora le diría a mi yo joven: “Experimenta más y no dejes que la gente te limite. No hay nada que no puedas poner en tu lienzo si es parte de tu vida”. Tenemos una idea en la cultura, que viene de los 60 y los 70, de que los artistas de algún modo estaban por encima de las contiendas o que deberían están por encima de ellas.

Que tenían una excusa para no participar…

Yo tenía una excusa para no participar. Pero sabía que algunas personas con trabajos normales eran tan valiosas como los artistas, o tal vez más. Hay muchos idiotas entre nosotros los artistas. Recuerdo que oí a Björk decir que en Islandia hacer una silla es algo importante. Que una canción no es más importante que una silla. Y yo dije. “Bueno, dependiendo de la silla, los irlandeses saben que es verdad”. Así que, si eso es cierto, entonces dejemos esta tontería de que un artista es una persona que está por encima.

Este disco parece hablar de la supervivencia del mundo y de nuestro sistema político. Pero hablemos de tu propia supervivencia. En medio de las grabaciones tuviste una experiencia cercana a la muerte. Cuéntame lo que pasó.

Bueno, no quisiera hablar de eso.

Entiendo. Tuve mi propia experiencia recientemente. La gente me pregunta por mi salud, y me siento indeciso para hablar de eso. ¿Por qué me siento así? ¿Estoy avergonzado? ¿Estoy tratando de ocultar la debilidad?

La gente tiene eventos de extinción en sus vidas. Pueden ser psicológicos o físicos. Y sí, en mi caso fue físico, pero he evitado esa novela. Especialmente con la obsesión por las celebridades y los pequeños detalles de sus vidas. Me he alejado de eso. Quiero hablar del problema de una forma que le permita a la gente llenar los espacios vacíos de lo que ha vivido.

Una cosa es hablar de eso en un lugar importante como ROLLING STONE, pero cuando aparece en el tabloide local es horrible. Se convierte en la pregunta que todo el mundo se hace.

Pero hablemos de eso en un sentido elíptico. Es una parte central del álbum.

Sí. Había un apocalipsis político en Europa y EE. UU, y encontré una rima perfecta con lo que ocurría en mi propia vida. He tenido bastantes golpes a través de los años. Uno tiene signos de alerta, y luego se da cuenta de que no es un tanque, como dice mi esposa. The Edge dice que yo veo mi cuerpo como un inconveniente.

En 2000 tuviste un susto por un cáncer de garganta, ¿cierto?

No, solo era un examen. Uno de los especialistas quería una biopsia —que podía poner en riesgo mis cuerdas vocales—, pero salió bien.

Hace unos años te visité en el hospital y tenías el brazo inmovilizado.

Luego de mi accidente en bicicleta fingí que había sido un accidente en un auto. Se veía mal, y luego esto último. Son muchos roces con la muerte. Un accidente en bicicleta por Central Park es cómico, no propiamente algo de James Dean. Pero lo que me sorprendió es que no recuerdo nada. No sé cómo ocurrió. Me dejó intranquilo, pero lo otro me ha pegado. Pensé: “¿Qué está pasando?”.

Estabas haciendo el álbum y de repente tienes que enfrentar un problema de salud. ¿Cómo afectó eso el álbum y tu perspectiva de él?

Bueno, aunque parezca extraño, la mortalidad iba a ser un tema porque es algo que no se trata muy a menudo. Y no se puede escribir Songs of Experience sin mencionar eso. He tenido un par de sobresaltos en mi vida. Como por ejemplo mi accidente en bicicleta o mi lesión en la espalda. Así que siempre iba a ser el tema. Simplemente no quería ser un experto en eso.

Conocí a un poeta llamado Brendan Kennelly. Lo conozco desde hace mucho tiempo. Es un gran poeta. Y me dijo: “Bono, si quieres llegar al punto en donde vive la escritura, imagina que estás muerto”. No hay ego, no hay vanidad, no hay que preocuparse por quién se va a ofender. Es un consejo increíble. Yo no quería descubrirlo de la forma más difícil.

¿Cómo se puso en marcha la idea de la mortalidad?

Gavin Friday, uno de mis amigos de Cedarwood Road [en Dublín], escribió una de mis canciones favoritas. Se llama The Last Song I’ll Ever Sing, y es acerca de un personaje de Dublín —en nuestra juventud—, llamado Diceman, quien murió a los 42 años, cinco años después de que le diagnosticaran VIH. Solo hasta hace poco me di cuenta de que Love Is All We Have Left es mi intento por hacer esa canción.

¿Puedes ser más preciso? Por ejemplo, ¿qué canciones crees que vinieron directamente de tu experiencia con la muerte?

No son muchas canciones…

El ambiente de eso

Déjame pensar: The Showman, es una canción ligera y divertida que se volvió realmente importante. No rendirse a la melancolía es lo más importante que uno puede hacer si quiere salir de cualquier esquina en la que se encuentre. ¿Autocompasión? Los irlandeses somos campeones en eso; es nuestra característica más aburrida. Y nunca quise rendirme a eso, por eso el punk rock —el tempo de algunas canciones— de pronto se volvió tan importante.

Pero el segundo verso es la clave, y tiene la mejor frase del álbum: “Es lo que es, no lo que parece / Estas cosas jodidas son las cosas de los sueños / Tengo suficiente baja autoestima para que me lleve a donde quiero ir”. Ojalá pudiera decir que es mía, pero es de Jimmy Iovine. Un amigo mío lo estaba tomando del pelo y le dije: “¿Estás un poco inseguro Jimmy?”. Y él me respondió: “Tengo suficiente baja autoestima como para que me lleve a donde quiero ir”.

¿Eso suena como una apreciación realista de ti y de tus tonterías?

Los artistas son gente muy insegura. La frase que Gavin Friday me repetía durante años era: “La inseguridad es la mejor seguridad para el artista”. Un artista necesita saber qué está pasando. Si uno tuviera un gran sentido del ser, no sería tan vulnerable a las opiniones de otros ni a su amor, sus aplausos y su aprobación.

Sin embargo, todo el suceso enriqueció el álbum. Habla de una experiencia.

¿Pero no es eso maravilloso? Pensé que Experience sería más contemplativo, y tiene eso, pero el corazón del álbum es el coraje, el punk y su impulso. Hay algo juvenil en él. Muchas de las canciones son rápidas. Y pienso que tiene frases muy divertidas. “El dinosaurio se pregunta por qué sigue en la Tierra todavía”. Esa frase la comencé pensando en mí.

¿Siendo un dinosaurio?

Sí, desde luego, pero luego comencé a pensar en términos de lo que está ocurriendo en el mundo. Y pensé: “Dios santo, la democracia, eso con lo que he crecido toda la vida… es lo que realmente está enfrentando una extinción masiva”.

En una entrevista que hicimos en 2005, dijiste lo siguiente: “Nuestra definición de arte es romper el esternón, desde luego. Simplemente una cirugía de corazón abierto. Ojalá hubiera una manera más fácil, pero la gente quiere sangre, incluyéndome a mí”.

Vida, muerte y arte… son los malditos negocios.

¿Cómo te ayudó tu fe con todo esto?

La persona que mejor escribió sobre el amor en la era cristiana fue Pablo de Tarso, que se convirtió en San Pablo. Era un tipo duro, un intelectual, pero era feroz y tuvo, por supuesto, la experiencia de Damasco. Se fue y vivió como fabricante de tiendas. Comenzó a predicar y escribió una oda al amor, que todo el mundo conoce gracias a su carta a los Corintios: “El amor es paciente, es bondadoso…. todo lo soporta, todo lo cree”, lo oyes en muchas bodas. ¿Cómo se escriben estas cosas cuando se está en el peor momento? Porque no lo hice. No lo hice. No profundicé en mí. Estaba buscando a alguien como Pablo, que estando en la cárcel escribía estas cartas de amor, y pensé: “¿Cómo sucede eso? Es increíble”.

Ahora, eso no lo exime de todo lo que piensa acerca de las mujeres o los homosexuales, pero dentro de su contexto él tiene una visión supremamente trascendental del amor. Y yo creo que es en la oscuridad donde aprendemos a ver. Es allí cuando nos vemos a nosotros mismos con mayor claridad.

Me preguntaste sobre mi fe. Tengo una sensación de asfixia. Soy cantante, y todo lo que hago viene del aire.

La energía viene del aire. Y en este proceso me sentía asfixiado. Eso fue lo más aterrador que me pudo haber pasado porque estaba adolorido. Pregúntale a Ali. Ella dice que no me daría cuenta si tuviera un chuchillo en la espalda. Pero por esta época el año pasado me sentía solo, muy asustado y no era capaz de hablar ni de explicar mi miedo porque me estaba…

¿Fue cuando sentiste que te estabas asfixiando?

Sí, pero la gente ha tenido que enfrentar cosas peores, así que esa es otra razón para no hablar de eso. Uno denigra a la gente que nunca logró superar eso o que no podía tener atención médica.

¿Sientes que tuviste suerte?

¿Suerte? Soy el hombre más de buenas del mundo. No pensé en que tenía miedo a irme rápido. Pensé que sería inconveniente porque tengo discos por grabar, unos hijos a los que quiero ver crecer, una mujer hermosa y unos buenos amigos. Y aunque yo no pensaba así, eso cambió. Me dije: “No me quiero ir. Hay mucho por hacer”. Soy bendecido. La gracia y unas personas muy inteligentes me ayudaron a superar todo, y mi fe es más fuerte. Leo los Salmos de David todo el tiempo. Son increíbles. Él es el primer blusero. Le grita a Dios: “¿Por qué me pasó esto?”. Pero eso también es honesto, y desde luego se parecía a Elvis. Cuando vez la escultura de Miguel Ángel, ¿no crees que se parece a Elvis?

Es hermoso…

Es un personaje muy atractivo. Baila desnudo frente a las tropas y su esposa se enfada por eso. Uno siente que puede gustarle, pero también hace cosas terribles durante sus cuatro momentos: sirviente, poeta, guerrero y rey. Es una figura moderna en términos de sus contradicciones… ¿Estoy siendo aburrido?

Pero si te remontas a sus primeros días, David es ungido por Samuel, el profeta, que lo escoge a él (un pastor que huele a mierda) por encima de sus hermanos mayores y le dice que será el rey de Israel. Todos se ríen, pero unos años después, se dice que el rey Saúl tiene un demonio y que lo único que calma al demonio es la música… para mí tiene sentido. David sabía tocar el arpa. ¿Y qué sucede? En un momento de ira, Saúl se pone en su contra, lo trata de matar con una lanza y lo expulsan. Es perseguido y se esconde en una cueva. Y en la oscuridad, en el silencio y con miedo, escribe el primer salmo.

Desearía que eso no fuera verdad. Ojalá no supiera lo suficiente sobre arte para entender que a veces uno tiene que estar desesperado. Y si todavía estás despierto… lo que viene es divertido. David, nuestro héroe, está escondido en la cueva, y el ejército de Saúl viene a buscarlo. El rey Saúl entra a la cueva de David a hacer uso de sus instalaciones, digámoslo así. No me estoy inventando esto, son las Sagradas Escrituras. David está escondido allí. Hubiera podido matar al rey, pero piensa: “No, él está ungido, no lo puedo tocar. Simplemente corta un pedazo del manto de Saúl, y este se monta en su caballo y se marcha. Bajan por el valle y luego David sale de la cueva y dice: “Mi señor, el rey, estuve muy cerca”. Es una historia muy bella. He pensado en ella toda la vida, porque sé que allí nació el blues.

En Lights of Home escribiste: “No debería estar aquí porque debería estar muerto. Puedo ver las luces frente a mí. Creo que mis mejores días están por venir, puedo ver luces frente a mí. Oh, Jesús, si todavía soy tu amigo, ¿qué diablos tienes para mí?”

Hay una referencia a Bob Dylan en esa canción. Te lo digo porque sé que te encanta Bob. Dice: “Hola, ¿ahora sabes mi nombre? ¿A dónde voy? Si puedo obtener una respuesta en tus ojos, la veo, las luces de casa”. Por lo menos en mi mente, la referencia es a una de mis canciones favoritas de Dylan, Señor, Señor. En esa canción él conoce un ángel y da un paseo con él. Siempre he imaginado que es el ángel de la muerte.

El nombre completo de la canción es Señor (Tales of Yankee Power). ¿Eso ayuda a explicarlo?

No, creo que es Bob Dylan distrayéndolo a uno.

Tu canción dice: ¿Qué tienes para mí Jesús? Pues bien, ¿qué crees que tiene para ti?

Hay un increíble desahogo al pasar la página. Pensé que ya lo había logrado, pero esta fue la siguiente muestra de confianza. Las personas de fe pueden ser muy molestas. Como cuando la gente en los Grammy le agradece a Dios por una canción y uno piensa: “Dios, esa es una canción de mierda. No le des crédito a Dios por eso, ¡date el crédito a ti mismo!”. Estoy seguro de que yo lo he hecho. Y luego alguien dice: “¡Esto me llegó directamente de la boca de Dios!”. Y uno dice: “¡Vaya Dios no tiene buen gusto!”. ¡Él no puede escribir una maldita canción! Uno piensa: “¡Esa es una mala rima, Dios!”. Hay que tener mucho cuidado con eso, pero si me estás preguntando qué aprendí, aprendí a tratar de dejar tiempo para meditar. No quiero parecer muy religioso, discúlpame, pero si estás interesado esta es la meditación de hoy. La compartiré contigo porque es hermosa y porque puede que te haga sonreír. Este es el Salmo 18, y ha sido traducido a un lenguaje moderno por un hombre llamado Eugene Peterson. Gran escritor. Dice así: “Dios completó mi vida cuando puse las piezas frente a él. Cuando me organicé, me dio un nuevo comienzo. Ahora, estoy alerta al proceder de Dios. No doy por hecho a Dios. Todos los días reviso la forma como actúa. Trato de no perderme de nada. Me siento reconstituido y estoy cuidando mis pasos. Dios reescribió el texto de mi vida cuando abrí el libro de mi corazón ante sus ojos”. ¿No es hermoso?

Lo es. Cuéntame acerca del tema del amor en este álbum. Comienzas el disco con Love Is All We Have Left.

Me va a tomar un rato responder tus preguntas, pero lo haré. Me estaba imaginando un Frank Sinatra de ciencia ficción [lo imita cantando]. Es casi cómico, excepto que te rompe el corazón. Tragicomedia. Pensé que sería interesante escribir una canción desde el punto de vista de una persona que quizá no cantara otra canción. Una de las cosas que me pregunto en este álbum es: “Si tienes algo que decir, ¿qué es? Si solo tuviéramos esto, yo estaría contento con el amor”.

Lo que quería hacer en este disco era tener una conversación en la que el joven yo acometiera contra el viejo yo. Y eso es lo que tienes en Love Is All We Have Left: [canta] “Ahora estás al lado del telescopio / siete mil millones de estrellas en sus ojos / Tantas estrellas, tantas formas de ver / Oye, este no es un momento para no estar vivo”. Es tu yo inocente hablándole a tu yo experimentado y diciéndole que todo está bien. Tengo que hacer las paces con ese fanático que solía ser. Y creo que ese joven fanático aprobaría el lugar donde terminé. Tal vez no le haya gustado el proceso.

No estás cantando simplemente canciones de amor. Estas son meditaciones profundas acerca de su poder.

Es probablemente nuestro tema principal como banda. Cuando cantábamos Pride (In the Name of Love), era algo muy intenso como para ser cantado por un joven. Pero si me estás preguntando qué lado del amor es este, pues el idioma inglés es muy rico, pero es limitado en la palabra “amor”. Hay muchas otras palabras…

¿Qué hay de la canción Ordinary Love?

Es un amor sin romance. El amor que la gente hace, los tratos que la gente hace para unirse. Lo que Yeats llama “pasión fría”. Me encanta la idea de que las grandes relaciones tienen una temperatura más baja.

No es un amor transaccional, sino una disposición diaria a tolerar y aceptar, lo cual necesita más paciencia y menos pasión.

Sí. Ali y yo probablemente estamos más enamorados ahora que cuando comenzamos a estar juntos. Y no creo que se le dé mucho crédito, pero cuando la gente trabaja sus problemas y permanece unida es un amor en común. Espero que sea interesante escribir canciones de amor. No miles de canciones acerca de la pasión y de perder la cabeza por amor. ¿No es interesante escribir canciones frías y medidas acerca de cómo llegamos aquí?

Landlady es una bella y extraordinaria canción de amor acerca de ti y Ali y del agradecimiento por tantas cosas.

Llegar a casa: esa es la clave para mí. No puedo creerlo porque crecí durmiendo en sofás, pisos y escapando al circo y uniéndome a una banda de rock. Me ha tomado mucho tiempo averiguar dónde está mi casa. Me fui de casa probablemente la semana en que mi madre murió, cuando tenía 14 años. Me quedé en un hogar de infancia durante unos pocos años, pero realmente no estaba allí. En Songs of Innocence, This Is Where You Can Reach Me Now explica la felicidad que sentí al cambiar de dirección. Estaba con la banda. La banda era otra familia. Me ha tomado mucho tiempo, pero creo que finalmente llegué a casa. Pero la única forma en que puedo decirlo es con algo de humor. Por eso, en Landlady hay una pequeña frase imitando a Bob Dylan que dice: “Nunca sabré lo que quieren decir los poetas hambrientos porque cuando estaba en la ruina eras tú quien siempre pagaba la renta”. He aprendido mucho de Bob Dylan. Entre otras cosas, que incluso en los momentos más serios uno necesita humor. Por eso estoy tan orgulloso del álbum, hay cosas enérgicas, pero también hay canciones como Blackout: “El dinosaurio se pregunta por qué sigue en la Tierra. Un meteoro promete que no va a hacer daño”. Eso es divertido, al igual que Landlady, y por eso es que Landlady funciona. Probablemente tiene suficiente humor y humildad para que no sea insoportable.

Déjame preguntarte por Summer of Love, que se trata de Siria y de los refugiados. En cuanto a lo musical, ¿de dónde llegó esa canción?

Un chico que trabaja con Ryan Tedder escribió una hermosa línea de guitarra. Y The Edge dijo: “Si quieres algo solo pídelo. Como hip hop, sampléalo. O repítelo”. Fue una gran libertad para él. Y eso también fue parte del espíritu de este álbum. Fue como si dijéramos: “Busquemos en sitios donde no buscamos normalmente”. Entonces logramos una hermosa atmósfera y una linda melodía que evocaba a The Beach Boys y a The Mamas and the Papas, y luego encontramos el juego de palabras. La costa oeste de Siria y no la costa oeste de Irlanda ni de California, como mucha gente pensó.

Los listados de hoy en día están dominados por artistas más jóvenes. Casi todo lo que hay en el Top 40 es hip hop o pop. El rock ya no es el centro de nuestra cultura. ¿En dónde encaja U2 en este nuevo mundo?

El juego ha cambiado un poco. En este momento, el streaming funciona con un modelo basado en publicidad. Y eso es muy nuevo, y es muy pop. Está dominado por la frecuencia de reproducciones, pero eso en realidad no es una medida del peso de un artista. Cuando pasas de un modelo basado en publicidad a uno por suscripción, pasa algo muy curioso. Luego, el artista que te haga registrar es en realidad más valioso.

¿Por el que pagas?

Por el que pagas. Si eres un adolescente y estás oyendo un determinado grupo de pop, probablemente lo estás oyendo 100 veces al día. Es un enamoramiento juvenil, pero al cabo de un año ya no te importará. Pero con los artistas que tienen una conexión contigo y tu vida, pagas por la suscripción. De hecho, vamos a ver una revolución en la forma como los artistas interactúan con sus fans. Chance the Rapper no tiene sello disquero. Lo está haciendo por su cuenta, y es tan exitoso que le puede dar un millón de dólares al sistema escolar de Chicago.

Pero si tu música está en Spotify o Apple, le puedes hablar directamente a la gente. Lo que necesitas de una disquera es asesoría, y una ayuda para manejar tu banda o la marca, o el arte y los videos. Este es realmente un periodo de transición. Ha sido muy hostil con muchos artistas. Sabía que Spotify ayudaría a la gente, pero muchos amigos estaban enojados por creerme porque decían que “solo estaban recibiendo micropagos”. Les dije que las cosas cambiarían una vez esto alcanzara un equilibrio, y eso va a tardar un poco. Va a ser desagradable; no será un buen momento para ser Cole Porter.

¿Spotify está comenzando a compensar?

Mientras alcanza un equilibrio… Si los sellos disqueros no comparten lo que están recibiendo de Spotify, los artistas los evitarán e irán directamente a Spotify o a Apple.

Y en este escenario, ¿en dónde encajan ustedes?

Nosotros regalamos nuestro último álbum. O más bien, Apple lo regaló. Y muy generosamente, yo creí. Pero el álbum anterior, No Line on the Horizon, era muy adulto, no para el público que está interesado en el streaming. Así que hasta ahora nos estamos metiendo en esto. Realmente aún no hemos empezado.

¿Entonces crees que la música que estás haciendo ahora es más amigable con el streaming?

Sí, aunque es muy interesante. Estamos de vuelta en los 50, donde nos concentrábamos más en las canciones que en los álbumes. U2 hace álbumes, entonces, ¿cómo sobrevivimos? Haciendo mejores canciones. Y al tener la humildad para aceptarlo escribimos Turn Off the Dark, del musical de Spider-Man, para involucrarnos en el teatro, en el aspecto compositivo de Rodgers y Hammerstein; gran parte del American Songbook viene de los musicales. Comenzamos a meternos en lo que se conoce como composición formal. Le preguntamos a Paul McCartney de dónde había sacado esos acordes increíbles de las canciones de los Beatles, y nos dijo: “Éramos una banda de rock & roll, pero para que nos pagaran mejor teníamos que tocar en matrimonios. En matrimonios elegantes. Tuvimos que aprender Gershwin, y cosas por el estilo”. Entonces tomé nota de eso y le dije a The Edge: “Metámonos en el teatro musical”.

Yo diría que a mitad de camino de Songs of Innocence empezamos a pensar la composición de un modo más formal. Y ahora estas canciones tienen melodías que puedes oír en cualquier parte. Cuando son buenas, las puedes oír a través de las paredes.

¿Cómo descubres nueva música?

La banda siempre oye nueva música. Además, tengo hijos; a unos les gusta el indie y a otros el hip hop. Elijah está en una banda de rock y siente mucho la música, pero no distingue entre The Who y The Killers, o entre Nirvana y Royal Blood. Para él no es algo generacional. Es el sonido de lo que experimenta, y cree que se aproxima una revolución en el rock & roll.

¿Crees eso?

La música se ha vuelto muy femenina. Y eso tiene su parte positiva, pero el hip hop es el único lugar para la rabia de un joven en este momento, y eso no es bueno. Cuando yo tenía 16 años tenía mucha rabia. Uno necesita un lugar para ella y para las guitarras, así sea con una caja de ritmos, no importa. A fin de cuentas, ¿qué es el rock & roll? La rabia está en su corazón. Parte del buen rock tiene eso, por eso The Who o Pearl Jam son grandes. Eddie tiene esa rabia. Y por eso piensas que todavía hay un espacio disponible… Regresará.

¿Estás de acuerdo con Eli?

Su posición era: si la revolución del rock & roll no está sucediendo, vamos a hacer algo para comenzarla.

¿Quién crees que es el público de U2? Hace unos años decías que tenías que salir y conseguir un público más joven, hacer una pequeña gira por universidades, reinventarte.

El experimento con Apple ayudó en ese sentido. Larry era muy escéptico. Pero luego dijo que estaba viendo un público más joven en los conciertos, y le pregunté cómo lo sabía, y me respondió: “Porque no se saben la letra de Beautiful Day, pero sí la de Every Breaking Wave”. Y a medida que avanzamos con este álbum, estamos en la radio. ¿Conoces algún otro artista de 50 años que suene en la radio comercial?

No, ni Bruce ni los Stones…

Bruce escribió una gran canción en 2007, Girls in Their Summer Clothes, y debió sonar. Pero estas canciones se pueden escabullir por las grietas de la cultura. Por eso con U2 buscamos vender nuestro producto de la misma forma en que lo hicimos con nuestro primer álbum.

¿Cómo medirás el éxito de Songs of Experience?

Quiero que tenga canciones famosas que la gente reconozca en nuestros shows.

¿Qué canciones crees que se volverán famosas?

Sé que You’re the Best Thing About Me y Get Out of Your Own Way lo serán. La más importante de todas podría ser Love Is Bigger Than Anything in Its Way, aunque eso puede ser lo que dicen los de la radio. Podría ser The Showman, o algo inesperado como Red Flag Day o Summer of Love.

¿Qué es lo más difícil de estar en U2 en este momento, en 2017?

Tener un consenso.

¿Por ejemplo?

Alguna gente, de manera sana, se pregunta por qué queremos hacer esto. Por qué queremos nuestras canciones en radio. Y yo digo que, si creemos en nuestras canciones, tenemos utilizar cualquier medio para llegarle a la gente. No necesitamos hacerlo por dinero ni por nada, y podríamos salir siempre de gira con lo que ya tenemos. Le pido a la banda que grabemos estas canciones con toda nuestra energía y que vendamos nuestro producto, poniéndolo en la mesa. Como cuando éramos chicos. Excepto que ya no somos chicos.

Entonces hay un poco de división existencial con relación a tu ambición, que sigue tan candente como siempre…

Soy compulsivo con las canciones. Si vas a ir tan lejos, tienes que llegar hasta el final. Y no sé si eso pueda durar para siempre. Pero ahora tenemos las canciones. Cuando venía escuché You’re the Best Thing About Me en una emisora, y en otra escuché Bullet the Blue Sky… Todo un recorrido de 30 años.

¿Cómo se siente la banda con las nuevas canciones?

Yo diría que The Edge parece estar más contento que nunca en la banda. Creo que los últimos dos LP le han recordado que las fortalezas de U2 —por encima de las atmósferas y la innovación que tanto le gustan— son las grandes melodías y los pensamientos claros.

Adam está sampleando viejas épocas y las está llevando a nuevas épocas, como un artista posmoderno. Warhol fue el que empezó a hacer eso. Adam nos ve como obras de arte. Es como si caminara por un mercado de arte y buscara siempre algo interesante.

No sé qué piense Larry del álbum. Le encantó la gira, pero él y yo somos los más duros con todos los álbumes que hacemos. A veces nos quejamos mucho. Aunque a mí no me pasó con este álbum. Pero así somos, es difícil de explicar.

Una vez dijiste que estabas concursando para ser la mejor banda del mundo. ¿Sigues en eso?

El cantante es un agitador de multitudes y un pregonero. Tenemos que llamar la atención para nuestro grupo, y la pirotecnia que despliego es escandalosa, es como si dijéramos: “Queremos ser la mejor banda del mundo”. Es solo para molestar a la gente o para que hablen de eso.

Pero también para sacudirte un poco…

Es cierto. Incluso durante los primeros 10 años de la banda vivíamos con una idea: “¿Qué tal si no la cagamos como todos? ¿No sería increíble si estamos juntos por 30 años?”. Ahora llevamos 40 años, y la única forma de concebir eso es imaginándonos qué pasaría si The Clash existiera todavía. Nos hubiera gustado ver lo que hubieran hecho. Y el hecho de que los Rolling Stones sigan tocando es como un milagro.

En el álbum escribes acerca de la humildad. ¿Cómo te mantienes humilde en tu posición, especialmente en una época de autopromoción tan rampante?

Hay una diferencia entre humildad e inseguridad. Tengo la inseguridad del artista, como dije antes. La humildad es la conciencia de tu lugar en el universo y saber que está bien desempeñar un papel silencioso y de apoyo en las vidas de los demás… Aún no he llegado allí. La grandeza como persona viene de no perseguirla. Yo solía pensar que mi inseguridad era humildad porque no actúo como un poderoso, porque intento tratar a todos con respeto. Pero no estoy seguro de si eso en realidad era humildad. Creo que pueden haber sido solo buenos modales. Cuando estoy en el escenario, todavía me encuentro con ese otro yo, con esa especie de sombra. Todavía tengo que trabajar para llegar a un punto que pueda reconocer como humildad.

Pero es algo con lo que luchas constantemente.

Creo que sí. Espero que nunca me hayas visto comportarme de manera muy arrogante.

No que yo recuerde…

He intentado no serlo.

¿Qué piensas acerca de la crisis de refugiados en Europa?

¿Puedo retroceder e intentar dar una imagen más amplia antes de entrar en eso? En el mundo occidental, en nuestra vida, nunca ha habido un momento, hasta hace muy poco, en el que la equidad y la igualdad no estuvieran mejorando. Hubo reveses, pero era como si el mundo estuviera en una trayectoria hacia la equidad, la justicia y la igualdad para todos.

Ahí está la famosa frase de Martin Luther King…

“El arco del universo moral es largo, pero se inclina hacia la justicia”. Tú y yo crecimos en un mundo donde las cosas estaban mejorando, a pesar de todos los reveses. Esto no ocurría en el mundo entero, sino en el mundo en el que crecimos. Y una de las grandes razones fue porque después de la Segunda Guerra Mundial quedó muy claro que podíamos extinguir toda la vida. Eso fue un shock para el sistema y no lo hemos calibrado correctamente. Cambió la forma de hacer arte de Giacometti. Cambió la forma como Picasso pintó figuras humanas; todo cambió consciente e inconscientemente. El rock & roll estalló. Todo el amor y la paz procedían de gente nacida de los escombros de la Segunda Guerra Mundial.

En las elecciones [2016] cuando la gente intuyó que estaba ocurriendo algo terrible y sin precedentes, hubo un sentimiento de dolor. También tuvimos el Brexit, así que la gente en Europa está sintiendo lo mismo.

“Esto es un melodrama”, pensé. ¿Por qué la gente racional que conozco siente que está sufriendo como si alguien acabara de morir? Es una elección, y se corregirá. Pero entonces me di cuenta de que algo había muerto. La inocencia de la gente había muerto. Y una generación que había crecido pensando que el espíritu humano tenía una evolución natural hacia la equidad y la justicia se estaba dando cuenta de que este podría no ser así.

Mi actitud fue: “Bien, es el momento de despertar y no dar nada por hecho”. Los grandes primates han existido desde mucho antes que la democracia, y este tipo, cuyo nombre no diré, es apenas una nueva manifestación de ese primate. Nos sacudieron. Incluso en Europa la gente ha olvidado lo que hizo el fascismo. O lo que Stalin o Mao hicieron en el comunismo.

En realidad estamos volviendo a lo que solíamos ser. Lo normal de ahora es lo normal de antes. Es aterrador. La demonización de “el otro” ha regresado.

Pero para volver a tu pregunta. En Europa, las personas temen por sus vidas, sus estilos de vida, sus medios de subsistencia y su homogeneidad cultural, y han empezado a poner muros en torno a su definición de Europa. Se está convirtiendo en una fortaleza, y hay una mentalidad antimigratoria probablemente avivada por fuerzas externas.

La vergüenza es que, al comienzo de la crisis de los refugiados, uno veía fotografías de familias que llegaban de Siria en trenes a Alemania y la maravillosa acogida que recibían. La gente traía zapatos y ropa para los niños, espontáneamente, sin organización, era la auténtica bondad del pueblo alemán. Y de repente [Angela] Merkel se convierte no solo en la cabeza, sino en el corazón de Europa. ¿Y qué pasa? Los derechistas comienzan a moverse. Y hay un momento en Francia en el que, si Le Pen hubiera ganado las elecciones en vez de Macron, la unificación de Europa se hubiera visto amenazada. Piensa en eso.

Una de las cosas más positivas que surgieron de lo negativo de la Segunda Guerra Mundial se hubiera podido perder.

Lo que pasó en Estados Unidos es que Le Pen ganó...

Es verdad.

Presenciamos cómo el país se ha dividido por grandes problemas morales y, en cierta manera, hemos sobrevivido. ¿Qué podría pasar? ¿Crees que la democracia es una idea prehistórica?

Los primates siempre han gobernado, y la democracia no es el hábitat natural del Homo sapiens. Es una idea extraordinaria que depende de unos medios de comunicación efectivos. Entonces, las “noticias falsas” no son una amenaza falsa. Tienen un presidente posverdad dirigiendo un país posverdad. Lo escalofriante no es que el primate sea inteligente —obviamente lo es—, sino qué tal si fuera muy inteligente y menos predecible. Lo que también sería fácil de predecir son las lecciones que la izquierda y la derecha deben aprender de esta situación tan absurda. Todos tenemos que hacer un mejor trabajo para entender de dónde viene esa rabia y esa sensación de desplazamiento.

Has trabajado como activista con varios políticos. En este momento, ¿cómo trabajas con cualquiera que esté en Washington D.C.?

Me di cuenta de que no podía trabajar con este presidente, aunque él quisiera, porque no puedes creer lo que dice. Por eso me reuní con Mike Pence. Él había sido partidario del Plan de Emergencia contra el VIH (PEPFAR). 13 millones de personas le deben sus vidas al PEPFAR y Pence luchó por eso cuando estuve en el Congreso. Pensé: “Perfecto, puedo trabajar con él”, pero eso era al comienzo. Prometieron un presupuesto por la reducción de la ayuda extranjera. El vicepresidente nos contó en nuestra reunión que él apoyó al PEPFAR, pero quien detuvo la obtención de recortes fue el Congreso. Eso te hace dudar aún más de la administración.

Visitaste a George W. Bush en Texas recientemente. Cuéntame sobre eso.

Creo que cuando salió de la Oficina Oval era un hombre mucho más humilde. Cuando lo visité lo vi muy callado. No ha hablado mucho, pero siempre está pintando. Estoy seguro de que cuando ve a las víctimas de las últimas guerras regresar a casa, se ha arrepentido y pinta sobre esas personas.

Laura y sus dos hijas están orgullosas del trabajo de Estados Unidos en la lucha contra el VIH. Trabajamos por eso. Condoleezza Rice y Josh Bolten, el jefe del personal de Bush, también merecen un reconocimiento. Es la intervención sanitaria más larga de la historia de la medicina. Se salvaron aproximadamente 20 millones de personas en la guerra, que antes se había llevado 35 millones de vidas. Si lo piensas, casi la mitad de las personas que murieron en la Segunda Guerra Mundial murieron por un pequeño virus. Todavía no ha surtido efecto. Muchos de nosotros hemos trabajado por eso, pero no estoy seguro si podemos imaginarnos la magnitud de lo que logramos. Aun así, debería ser un recordatorio para las personas de lo que podemos hacer si dejamos de lado el partidismo.

¿Qué les puedes decir a las personas que se sienten desalentadas? ¿Hay esperanza después de esto?

Sí, la hay. Creo que se deben recuperar. Esta es la época más deprimente desde Nixon. Ha debilitado al país, y los republicanos y los demócratas lo saben. Nadie saldrá bien de esto. Conocemos personas que lo cargaron en caballito para que las cosas se hicieran. Vivirán para lamentarse. Antes de que me pronunciara contra él en las primarias, llamé a varios de mis amigos republicanos y les dije: “No me puedo quedar callado mientras se apoderan de su partido y tal vez del país”. Y sigo defendiendo lo que dije: “Estados Unidos es la mejor idea que el mundo ha tenido, y esta es potencialmente lo peor que le ha pasado al país”.

En American Soul dices que Estados Unidos es “un sueño del mundo entero”.

Sí, eso está en este álbum. Irlanda, Francia y Gran Bretaña son grandes países, pero no son una idea. EE. UU. sí lo es, y una muy buena. Y el mundo siente una afinidad con esa idea. Queremos que triunfen, y esa es la razón por la que somos tan odiosos y nos quejamos de ellos. El mundo necesita que EE. UU. triunfe ahora más que nunca.

Cuéntame sobre la ONE Campaign, que lucha contra la pobreza extrema. ¿Qué estás haciendo y cómo estás involucrado?

Tenemos casi 9 millones de miembros, 3 millones de ellos en África. Espero que las voces al sur del Ecuador ahoguen las voces en el norte del Ecuador, y que eventualmente me quede sin ese trabajo. Día a día la organización es más independiente. Las mujeres han tomado las riendas. Nuestra campaña principal se llama “La pobreza es sexista” y hay otra que se llama “Conteo de mujeres”. Alrededor de 130 millones de mujeres que quieren estudiar no lo pueden hacer. Y yo estoy trabajando en esas iniciativas.

Estoy buscando que mi liderazgo sea más estratégico. Si me llaman para las reuniones, iré. Luchamos por la transparencia en la industria minera, y estoy orgulloso de nuestro trabajo. No hay mucha información sobre el tema, pero es igual de importante luchar contra el VIH. El mayor asesino en un mundo en desarrollo no es una enfermedad, es la corrupción.

¿Cómo están luchando contra la corrupción?

ONE lucha por una ley que exige que cada compañía minera registrada en la Bolsa de Valores de Nueva York declare cuánto paga por sus contratos. Si esos acuerdos no son transparentes, será fácil para los gobiernos locales manipular esos números, y son cifras gigantescas. Escuché un nuevo proverbio africano, y no te miento: “Reza para que no descubramos petróleo”. Siempre trae a las personas equivocadas a la ciudad. Si hay un antídoto contra la corrupción, si hay una vacuna, se llama transparencia.

¿Cómo estás involucrado con eso? ¿Estás intentando retirarte?

No estoy intentando retirarme. Sigo involucrado, pero yo creo que es saludable que la organización no dependa de mí. Tenemos gente brillante. Gayle Smith, nuestro nuevo jefe, trabajó en desarrollo con el presidente Obama y es un gran apoyo. Pensarías que durante una gira sería más tranquilo, pero nos reunimos con los líderes en todos los lugares que visitamos. Cuando U2 tocó en París fui a ver a Macron y a Brigitte, su esposa.

¿Cómo fue la reunión?

Macron fue muy amable conmigo. Acababa de ser elegido para una de las oficinas más poderosas del mundo. Me dio una bienvenida muy alegre y me conmovió su humildad. Tiene una mente ágil e inspiradora, y un arma secreta —su esposa— que está muy consciente de cómo ONE fomenta la educación de las niñas para el desarrollo del mundo. La educación no es fácil, es costosa. Hablamos de su compromiso con Francia para aportar el 0,7% del PIB para contribuir al desarrollo.

Y acordó 0,55% para 2022, algo que no había hecho público hasta la reunión. Fue un gran encuentro, pero lo que más me sorprendió de él fue que no estaba enfocado en los números. Estaba enfocado en que la inversión fuera efectiva. “Nos obligan a cumplir nuestra promesa y estamos felices de cumplirla. Tienes que asegurarte de que los franceses valoren el dinero, porque queremos apoyar la lucha contra la pobreza extrema”, decía.

Pero, ¿habría conseguido verme con ellos si la gira no pasaba cerca? Tal vez, porque él es el más curioso e interesado, pero con otros líderes no. En nuestra última gira por Estados Unidos nos visitaron tanto republicanos como demócratas. No es una broma. Senadores y congresistas, incluso cuando en nuestros conciertos nos rebelamos contra ese hombre, el innombrable.

Has estado relacionado con Aung San Suu Kyi, la líder de Myanmar, a quien defendiste por su liberación cuando era una presa política. Y ahora ella se queda con los brazos cruzados mientras su país perpetra lo que parece ser una limpieza étnica. ¿Cuál es tu opinión sobre esa situación?

Es muy duro y me da un poco de náuseas pensar en eso. De verdad me he sentido enfermo, porque no lo puedo creer, pero sí hay limpieza étnica. Está pasando y ella tiene que renunciar, porque sabe qué está pasando. Estoy seguro de que tiene muchas razones sobre por qué no debe renunciar. Tal vez ella no quería que el país quedara en manos de los militares, pero ya lo perdió. Los derechos humanos que han sido violados y las vidas que nos costaron en el estado de Rakáin son más importantes que alcanzar la unidad sin ellas.

¿Crees que ella debe renunciar?

Por lo menos debería hablar un poco más. Y si la gente no la escucha, que renuncie. Esto es muy problemático. Sigo confundido por eso.

Es brutal…

Encontramos a alguien que nos gusta y nos decimos a nosotros mismos que es una persona mejor. Más capaz que nosotros, moralmente. Los impregnamos con todas esas cualidades. Creo que lo han hecho conmigo. Los demás tienen una versión de ti y proyectan lo que quieren ver. Tal vez ella siempre fue una política, no una santa. No era una salvadora. Tal vez siempre estuvimos equivocados y tenemos que aceptarlo. O tal vez le pasó algo terrible que nosotros no sabemos.

Acabas de terminar la gira Joshua Tree, sacaste un nuevo álbum y en unos meses vuelves a salir de gira. ¿Qué piensas después de 2017? ¿Cuáles son tus últimas palabras sabias?

Me aferro a la idea de que a través de la sabiduría y la experiencia puedes, de alguna manera, recuperar la inocencia. Quiero ser experimental, travieso, útil y mantener la disciplina a la hora de escribir canciones, algo que habíamos perdido hace un tiempo. Esa es nuestra oración familiar. No es la más grandiosa, pero quiere decir que estamos listos para trabajar. Es la oración de U2. Queremos ser útiles, pero queremos cambiar el mundo y, al mismo tiempo, ser divertidos. ¿Qué hay de malo en eso?

Fuente: Rolling Stone Foto: Anton Corbijn

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