Antes que naciera U2, estuvo The Hype, antes de la época Punk estuvo Feedback, y antes de la banda colegial estuvo el sueño de un muy joven muchacho llamado Larry Mullen Junior, pero antes que todo y todos estuvo la visión de un padre que creyó en su hijo, creyó en ese sueño, confió en los instintos y lo apoyó desde siempre.
Buenas tardes oyentes de Vertigo Radio, hoy hablaremos del padre del fundador de U2, Larry Mullen Senior. El padre del baterista de la banda más grande del mundo nació y se educó en el Lado Norte de Dublín. Miembro de una familia de siete, creció en el barrio de Marino. De niño, Larry Sr fue un estudiante diligente y popular en la Escuela St Joseph de los Hermanos de la Doctrina Cristiana en Marino. Empezó a tomar en consideración el dedicarse al sacerdocio y los Hermanos lo animaron a seguir la vocación. Antes de la guerra, era un gran honor ser elegido para servir a Dios. En 1939, a la edad de dieciséis años, Larry Sr entró en un seminario para empezar la larga preparación hacia la ordenación. Su vocación fue fuente de inmenso orgullo familiar. Larry se trasladó a Cork y luego a la universidad de Galway.
Su diligencia académica le valió una buena graduación, pero al final, a medida que se aceraba al paso irrevocable de la ordenación, empezó a experimentar dudas. No estaba seguro de poder soportar la soledad, no estaba seguro de poder aportar la cantidad necesaria de desprendida dedicación requerida a un buen sacerdote. En 1948, y a la edad de veinticinco años, Larry Mullen Sr decidió no abrazar el sacerdocio. Eligió la opción más difícil, la que muy pocos jóvenes tenían el valor suficiente de adoptar. Larry poseía una buena educación, pero estaba solo y llevaba encima (además), los estigmas del fracaso. Entonces siguió un curso de oficiales sanitarios de la Corporación de Dublín en asociación con el Departamento de Sanidad. Consiguió el primer puesto en los exámenes. Su diligencia no le había abandonado. Se convirtió en funcionario del Departamento de Sanidad y Medio Ambiente.
Larry Sr conoció a Maureen Gaffney el verano de 1951 en Ballymoney, en la costa de Wexford. Había ido de vacaciones con Larry Skelly, un amigo de sus días del seminario. Maureen estaba viviendo con unos amigos suyos que regentaban la misma pensión y se gustaron inmediatamente.
En esa época la explosión de las orquestas en vivo a principios de los años 50 se convirtió en una fuente de fricción, o peor aún, una explosión juvenil. Los lugares como el Crystal Ballroom y el Metropole, eran el casi único lugar donde los jóvenes podían juntarse y expresar algo de “libertades” frente a una sociedad conservadora y nacionalistamente católica.
Juntos hallaron la satisfacción que hasta entonces les había eludido. Se casaron en 1956, y establecieron su hogar en la avenida Harmonstown, donde al cabo de un año nacería Cecilia. Larry Mullen Junior los siguió cuatro años más tarde, el 31 de octubre de 1961. Otra niña, Mary, nació tres años después, pero murió en 1970.
Larry Jr fue un bebé sano, y desde muy niño Larry viajaba cada mañana con su padre a la ciudad. Luego caminaba los pocos cientos de metros que le quedaban hasta la escuela. Y cada tarde Maureen acudía a recoger al joven Larry.
Un día mientras volvían a casa de la escuela, Larry oyó tocar una batería. Eso, le dijo a Maureen, eso era lo que le gustaría hacer. Su padre creyó en él y le consiguió al futuro fundador de U2, unas clases de percusión con el famoso baterista de sesión Joe Bonnie en el otoño de 1971.
Le regalaron una batería básica y con ella empezó su largo camino musical para llegar a ser uno de los bateristas más conocidos en el Rock & Roll. Larry que ya estaba por aquel entonces en Mount Temple ingresó Artane Boys’ Band en el cual estuvo un muy corto periodo y después tuvo una oportunidad en la Post-Office-Worker’s Union Band (gracias a los conocidos que tenía su padre). Aquellos fueron largos y felices días. Le hacía sentirse más decidido que nunca de que la música debería ser su medio de vida. Además, el apoyo y cariño de su madre y por sobre todo, la confianza de su padre en creer en los sueños de su hijo, le hizo darse cuenta de que había mejorado como baterista, había madurado (recién estaba por cumplir 15 años). Todo lo que necesitaba ahora era armar una banda con la que pudiera tocar y decidió poner un aviso en el colegio…
Y ahora, presentamos una canción icono para los fanáticos de U2 en la cual muestran la relación única que tenían con sus padres. Con ustedes In The Name Of The Father.