Solo Necesitas 2 horas para pedirle a Dios un Himno Universal.
Buenas tardes fanáticos de la banda más grande del planeta. Hoy miraremos esos momentos únicos, ese segundo en el cual nació la chispa que una banda necesita para crear un himno que cruza culturas y que con el paso de los años se mantiene inalterable.
Es esa canción que invoca a Dios desde esa mirada humilde de un creyente y que se transforma en un extraordinario rezo que nació un día de verano en 1982 por unos muchachos recién entrando a la veintena de años.
Esta bella melodía llamada “Forty”, que es un homenaje al Salmo 40 del libro de David, y que nació en las sesiones de grabación del tercer disco de U2, hablaremos hoy en el lado oscuro.
Esta canción que sigue sonando en los conciertos de los Irlandeses (y que siempre cierra los shows cuando ella es tocada), es una de las creaciones más queridas por los fans y también por la banda, ya que une todo lo espiritual que tienen los 4 de Dublín y que para toda persona que lo escucha, puede interpretar desde un punto de vista valórico, político o simplemente religioso, una sensación de fuerza interior que abarca todas las culturas.
“40” es un mensaje directo a todo lo que cree Bono frente a su Dios y recupera todo lo que quiso dejar la banda en el disco October, frente a sus creencias personales y por eso el Salmo 40 ayuda a rescatar ese contacto con sus orígenes y mira el mundo desde su visión cristiana con una misión o cruzada personal contra las guerras y el odio y aboga a favor de la paz y el amor.
Bono invoca textualmente el Salmo indicando; “Esperé pacientemente al Señor, El se inclino y me oyó llorar, El me saco del pozo, Y cantare una nueva canción, ¿Cuánto tiempo tendré que cantar esta canción?”.
Esta última frase sacada también de la canción Sunday Bloody Sunday, refleja todo lo que sentía esa generación de los 80 que estaba llena de guerras civiles, dictaduras, luchas ideológicas, religiosas y raciales, y al escucharla con toda su potencia en vivo, la tomo como propia y se transformo en un himno que abarcaba todo lo que deseaban millones de jóvenes en esa época.
La banda nos contó en primera persona, en su autobiografía U2 por U2, como nació la canción y nos demostraron que bajo presión a veces nacen sus mejores canciones.
En el último día de las sesiones en Windmill Lane Studios, la banda ya tenía casi listo el disco, pero necesitaban una canción más para cerrar el álbum y se dieron cuenta que les quedaban solo 2 horas para entregar el estudio a otra banda que ya la tenía reservada.
Eran las 6 de la mañana y debían entregarla a las 8 de ese día, solo les quedaban 120 minutos para cerrar alguna idea, editarla y mezclarla. Se miraron horrorizados del como terminar las sesiones y recordaron que había un esbozo de canción con una línea de bajo muy interesante pero con muchas secciones extrañas que lo habían hecho desechar la canción. Pero ante la premura, la retomaron, mantuvieron la idea conceptual de la base musical del bajo y la batería, Bono propuso transformarla en un Salmo, abrió la biblia y encontró la idea precisa en el numero 40 y se lanzaron a grabarla.
En ese momento Adam no se encontraba en el estudio, así que The Edge realizo las partes de bajo y guitarra, Al cabo de minúsculos 40 minutos pudieron armar la canción, y la hora y 20 minutos restantes Bono canto la letra, Steve Lillywhite lo edito y mezclo todo, para salir justo del estudio cuando la banda siguiente necesitaba los servicios del lugar.
Es también importante mencionar que es por eso que también respetaron la idea original de la grabación y cuando empezaron a tocarla en vivo, Clayton y Evans intercambiaban instrumentos para cerrar los shows, y al final de la canción, cuando los fanáticos siguen la frase final del tema, la banda se empieza a despedir uno por uno, con Bono a la delantera, siguiéndolo Adam y The Edge, y finalmente dejar solo frente a los miles de seguidores, al líder y creador de la banda Larry Mullen, para despedirse del público con un solo de batería.
Esta bellísima canción fue single en forma exclusiva en Alemania, publicado en Agosto de 1983 para promocionar el show que darían el día 20 de ese mismo mes.
Este canto gregoriano ha sido interpretado en 390 shows, debutando el 26 de Febrero de 1983 en Dundee, Escocia y su última interpretación sirvió para cerrar la gigantesca gira 360, el 30 de Julio del 2011 en Moncton, Canadá.
Y ahora presentamos la versión del último día del tour en la costa Atlántica Canadiense, en el Magnetic Hill Music Festival, la extraordinaria y mítica “Forty”.